Algunas ciudades en Estados Unidos han prohibido las estufas de gas, como Berkeley, New York y San Francisco, debido a preocupaciones sobre la contaminación del aire y la salud ¹.
Estas ciudades han optado por prohibir las conexiones a gas natural, y en su lugar, promueven el uso de estufas eléctricas.
La razón principal detrás de esta prohibición es la toxicidad del monóxido de carbono producido por las estufas de gas, que puede causar problemas respiratorios y cardiovasculares.
Además, se ha demostrado que las estufas de gas son un factor que contribuye al asma infantil y empeoramiento de enfermedades respiratorias en adultos mayores.
En Colombia, aproximadamente el 75% de la población utiliza gas como combustible principal para cocinar, y no se han implementado prohibiciones similares ¹.
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